Para considerar a un vino como “de altura”, los viñedos deben estar a 500 metros por encima del nivel del mar. Las parcelas de las que se extraen las uvas de La Cendra están a más de 1.100 metros de altitud.
El paisaje de Gredos está dominado por colosales rocas de granito formadas hace millones de años y son las que confieren su principal característica al vino.
La garnacha criada en suelo granítico resulta más aromática y con mayor presencia de las notas de hierbas y bosque sobre la fruta. El granito también le confiere notas salinas, potencia y finura.

La naturaleza montañosa de Gredos hace que los inviernos sean muy fríos, con frecuente nieve en sus cotas más altas, mientras que los veranos son secos y calurosos, alcanzando de forma habitual los 40 grados de temperatura durante el día y con noches frescas de menos de 10 grados.
Esta gran amplitud térmica fomenta la acumulación de aromas y la retención de acidez en las bayas.
En Gredos, la maduración de la uva se produce muy lentamente, consiguiendo un buen equilibrio entre azúcar y acidez.